domingo, julio 09, 2023

Los hijos duelen

 



Los hijos duelen

 

Cuando vivía en casa de mis padres, escuché muy seguido a mi madre decir esta frase "los hijos duelen".

 

Yo no entendía esa frase, y conforme fui creciendo, hasta creía que eran de las típicas frases de más madres, como la de "guarda tus lágrimas para cuando me muera", "valórame hoy que estoy viva", "nadie te amara como yo" entre muchas otras.

 

Pero ya soy padre, ahora también entiendo la frase de "nadie es caro hasta que le toca vender", antes criticaba a mis padres porque yo no era padre (no vendía) y ahora que soy padre, ya los entiendo y comprendo esa frase de que los hijos duelen.

 

¿Qué nos duele de nuestros hijos?

 

Para empezar no por ser padre, vas a tener esa sensación, existen padres que solamente vinieron a enseñarles a sus hijos las acciones que nunca deben repetir, son culeros (no encontré otra palabra más decente).

 

Me duele verlos sufrir, sentir dolor, que no encajen en la sociedad, que los juzguen sin antes conocerlos, entre muchas cosas más.

 

También entiendo que el sufrimiento es una elección y aunque me duela, es responsabilidad de mi hijo, pero aún así me duele.

 

Hoy acompañe a mi hijo a su operación, pidió que lo acompañara a qué le pusieran su anestesia, no saben lo que luche por no llorar, me quemaba por dentro, quería mostrarle una imagen de apoyo a mi hijo, la enfermera me dijo, frote el pecho para que sienta su amor, y ahí estoy sobando despacito a mi hijo, viéndolo con unos ojos de amor que salían de lo más profundo de mi ser, de repente la doctora me dijo “no se baja a asustar si se mueve un poco su hijo” (quéeeeeee ), y regrese a apapacharlo, de repente cerró sus ojos y quedó completamente dormido. Ahora tiene que salir, me dijo la doctora, le hice una bendición en su cabecita, y se lo entregué a Dios.

Ya mi hijo amaneció como si nada! ayer fue un día difícil, pero en familia es más fácil sobrellevarlo.

 

Y si, los hijos duelen y duelen muchísimo. no estoy educando a mis hijos para que vivan eternamente agradecidos conmigo, los estoy educando y formando para que sean unos grandes seres humanos.

 

Yo no puedo vivir sus vidas, como quisiera que ese dolor que sienten, me lo pasarán a mí, pero sé que si eso fuera posible, entonces estaría criando a unos hijos inútiles ante la vida, serían personas que siempre estuvieran buscando salvadores, personas que les den lo que por derecho divino ellos mismos se deben de dar a ellos, y no, aunque me duela, su dolor es su dolor, me quemaría por dentro, pero ahí estaré para apoyarlos, para darles una palabra de aliento.

 

Recuerda hijo, tú no tienes que ganarte mi amor, ya lo tienes.

 

Reflexión de Chuy Cruz

 


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