CUENTO: DAR LA VIDA POR LO QUE AMAS
Estimado lector, gracias por llegar aquí te quiero contar
una historia, una historia de vida.
Todo comienza cuando nacieron mis 2 hijos, con ellos
comencé a descubrir un amor que no conocía, un amor de dar la vida por ellos.
Trabajé muy duro para darles todo lo que yo no tuve en mi
infancia, no es porque yo haya sufrido, tuve muchas cosas, pero siempre fui de
la misma idea de mi padre: “dales a tus hijos más de lo que nosotros te dimos”
Trabajaba de gallo a grillo. A mis hijos no les faltaba
nada, todo lo material lo tenían.
Los veía sonreír y mi cansancio y frustración desaparecían.
Algunas veces cuando salía de la casa para irme a trabajar los veía dormidos y
cuando regresaba ya de noche los volvía a encontrar dormidos. Mi trabajo no me
permitía convivir mucho con ellos, pero pagaba las cuentas, ¿Qué más quería?
Los domingos me la pasaba dormido para recuperar el
cansancio de la semana y me daba el gusto de poder tomar mis cervezas viendo
mis programas favoritos mientras mie hijos se iban con su madre a visitar a sus
abuelos maternos, yo se que ellos a su corta edad entienden que debo descansar
sin que me molesten para poder rendir en la semana, son niños muy maduros para
sus cortas edades (7 y 4 años respectivamente).
En una ocasión mi padre enfermó, lo tomé como algo
natural, ya mi padre es grande y pues ¿es lo normal? Los viejos mueren. Además
ya por fin mi padre iba a poder ver a su amado hijo que ya hace más de 30 años
había fallecido, hasta creía que mi hermano iba a ir a esperarlo en el cielo.
Todo en mi vida iba perfecto, me había promovido, ya
tenía más gente a mi cargo; por fin había podido comprarme ese carro que
siempre quise y usaba traje todos los días, hasta parecía uno de esos
ejecutivos caros de las películas de Hollywood.
Pero como en todas las historias y más en las humanas,
ese ser llamado Dios no está conforme con nuestra felicidad y nos pone pruebas,
es más había escuchado decir a mi madre que “Dios le manda las mejores batallas
a sus mejores guerreros” pero yo ya estaba harto, ¿acaso Dios me había
confundido con Rambo?
Desde la muertes mi hermano, había caído en una gran
depresión, perdí mi casa por andar de Teresito de Calcuta ayudando a los demás
en lugar de estar haciendo dinero para mis hijos, ya tenía unos pocos años que
el barco se había compuesto, ya como dicen, le estaba cayendo agua a la
milpita. Y ahora Dios después de no soportar mi felicidad por fin!! Me manda la
enfermedad de uno de mis hijos, el más pequeño, el que tenía toda su vida de
frente.
Los Doctores no sabían que es lo que tenía mi “güero”,
siempre que los veía huían de mí, ya estaba harto de esta situación, iba a ser
la segunda vez que me alejaba de Dios.
De repente el Doctor me manda llamar y me dice:
-Le tengo que reconocer que todavía no sabemos que es lo
que tiene su hijo – me lo dice con una cara de desilusión que no podía con
ella.
-Creemos, dice el doctor, que el problema puede estar en
su sangre.
-¿Qué podemos hacer? Le interrumpí antes de que pudiera
seguir hablando.
-A eso voy Sr. Existe una técnica experimental, que
creemos que le puede funcionar a su hijo.
-¿Qué espera? Le respondí con lágrimas en los ojos, ¿Qué necesita?
¿Todo mi dinero? Se lo doy con gusto.
-No señor, necesito algo más de usted, necesitamos que
nos done toda su sangre para poder usarla para ser transferida para su hijo, la
sangre de usted tiene un compuesto que creemos puede sanar a su hijo.
-¿Cuándo comenzamos? ¿Qué brazo necesita? ¿Derecha o
Izquierda? Le respondí
-Señor, si esta consiente de lo que le dijimos?, va a
morir después de hacer la donación.
-¿Y para que quiero mi vida, si él va a morir? Por fin
entendí lo que decía mi madre, ella me decía que los hijos duelen y que un
padre es capaz de dar la vida por sus hijos.
Yo creía que eran frases poéticas que solamente dice la
gente por llamar la atención y que crean que son buenos padres.
-Estoy dispuesto a morir Doctor, tome toda mi sangre, que
lo haré con mucho gusto.
-Señor, tristemente, su hijo se encuentra en coma
inducido, y no podrá escucharlo y cuando el despierte, usted ya estará muerto –comentó
el doctor.
-No importa doctor, le dejaré un video, y espero que se
lo entreguen a mi hijo para que lo vea cuando sea mayor de edad, deme unos
minutos para grabarlo y cuando esté listo, iré rumbo a donde usted mi diga y
estoy listo para donar mi sangre por la vida de mi hijo.
Se llegó el momento de pasar a la sala, no escuche nada,
solamente veía la cara llena de lágrimas de mi esposa, yo sonreía en todo
momento, cada vez me era muy difícil mantenerme consiente.
Hasta que me dormí, asumí que estaba muerto.
De repente abro los ojos y estoy en la misma sala,
-Doctor! Grito con desesperación creyendo que no funciono
el nuevo procedimiento.
De repente se acerca un doctor con un cubre bocas, sus
ojos se me hacías conocidos.
De repente se baja el cubre bocas y me dice ¿Qué no me
reconoces? Tu te ves muy fregado, y comienza a reírse, su risa se escuchaba en
toda la sala.
-No puede ser, repito a cada instante. ¿Eres tu hermano? Le
preguntó.
Claro que si, mi estimado “nene” vine por ti.
Acabas de hacer la máxima expresión del universo que es
el Amor.
Existen muchas formas de dar la vida por lo que amas, sin
morirse literalmente, ¿lo sabías? – me pregunta mi hermano
-Pues no, solo creo que se puede dar la vida cuando te
mueres, respondí con voz de hermano mayor que todo lo sabe.
-Pues no!!! Se puede morir todos los días sin ni siquiera
morir físicamente, puedes morir haciendo lo que amas y haciendo lo que odios, de
ti depende como quieres morir todos los días.
-A ver, explícame más, le respondí.
No te preocupes mi querido “nene” tenemos una eternidad
para charlar, pero esto si te puedo decir.
Tus hijos no querían tu dinero, ellos querían tu tiempo,
tu espacio, tu aceptación.
Puedes morir todos los días haciendo lo que amas, así
como tu moriste por mi amado sobrino, así lo puedes hacer todos los días sin la
necesidad de enfermarte o inclusive dar algo o morir.
¿Qué triste vida tienen las personas que están vivas pero
muertas dentro de sí? Son los zombies que solamente viven por dinero, y que
viven por los días que les pagan o los viernes por la noche.
¿Qué tristeza me dan esas personas que no aman al 100% o
viven al 100%?
¿Por qué no aprovechan esa hermosa oportunidad física de
vivir su espiritualidad?
Si amas, ama al 100%
Si ríes, ríe al 100%
Si trabajas, trabaja al 100%
Etc
Pero se están guardando para tiempos mejores, que aquí
entre nos, nunca llegarán.
Su único mejor momento, se llama HOY!!!!
Así terminó de hablar mi hermano.
Por fín entendí el dar la vida por alguien.
Espero que tú lo entiendas mejor que yo, pues todavía tienes
otra oportunidad y algo mejor, estas vivo!!!
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